El protagonista de estas líneas es uno de los mininos más encantadores y populares del mundo, con su largo pelaje y sus grandes ojos expresivos puede derretir a más de uno. Por lo general, el promedio de vida del gato persa es alto, siempre y cuando tenga los cuidados necesarios en casa.

En este sentido, una alimentación de calidad, una correcta higiene o el ejercicio adecuado pueden hacer la diferencia en su salud. Por ello, en este espacio, te brindamos todos los consejos para que tu felino tenga una vida plena y feliz a tu lado.

Características físicas

Antes de conocer los aspectos relacionados con la salud y el promedio de vida del gato persa, veamos algunos atributos físicos que lo definen. El rasgo más significativo en este minino es su largo, suave y brillante pelaje. Existen diferentes tipos de gatos persas, así que hay opciones para todos los gustos.

Asimismo, son mininos con una cabeza redonda, cara plana, ojos grandes y cautivadores, que también poseen variedad de colores y tonalidades: cobres, verdes o azules. Tienen las orejas pequeñas, las patas cortas y gruesas y un cuerpo robusto.

La apariencia física del gato persa, con su pelaje largo y sus grandes ojos, le brindan un aspecto elegante. De hecho, es una raza antigua y popular entre la realeza.

En lo que concierne a su tamaño, estos felinos son medianos a grandes, ya que alcanzan entre 25 y 38 centímetros de altura. Por otro lado, su masa corporal oscila entre los 3 y los 5 kilogramos.

La salud en los gatos persas

En líneas generales, estos gatos gozan de buena salud. En este sentido, no son tan frecuentes las enfermedades hereditarias. Sin embargo, debido a sus características faciales —como una cabeza y cráneo grande, además de una nariz corta—, pueden sufrir algunas afecciones respiratorias y oculares, así como problemas en la piel.

Los persas pueden padecer alrededor de 29 patologías. Los trastornos más comunes son los siguientes:

• Problemas en los dientes: entre ellos la caries, gingivitis y enfermedad periodontal.
• Dificultades respiratorias: en especial, en los persas con el rostro muy achatado.
• Afecciones de la piel: como las infecciones fúngicas, entre las que destaca la tiña o dermatofitosis.
• De los ojos: tales como secreciones e irritaciones faciales. También es común la atrofia progresiva de la retina.
• Afecciones renales: como la poliquistosis renal, una enfermedad hereditaria en la que aparecen quistes en estos órganos.

Esperanza de vida

El rango de vida de un gato persa puede ser alto, siempre que tenga los cuidados adecuados. Se estima que oscila entre los 12 y 17 años, con una media de alrededor de 14 años. En este sentido, una investigación publicada en la revista Scientific Reports —en el año 2019— precisa una media de 13,5 años. Dicho estudio se basó en el análisis de 3235 persas en el Reino Unido.

A pesar de estas cifras, existen diversos factores que pueden reducir de forma significativa el promedio de vida del gato persa. A continuación, precisamos los más comunes.

La genética

Existen varios trastornos hereditarios que los persas pueden padecer. Entre las enfermedades genéticas de estos gatos tenemos a la atrofia progresiva de la retina, que puede comenzar a temprana edad (antes de las 3 semanas de vida) y progresar de manera rápida, con pérdida de los fotorreceptores a las 15 semanas.

Como mencionamos antes, también están predispuestos en su genoma a sufrir dermatofitosis o enfermedades renales hereditarias, como la poliquistosis renal autosómica dominante y otros defectos congénitos que afectan la vejiga, por mencionar algunos ejemplos de estos padecimientos.

Sin embargo, algunas sociedades felinas exigen que los criadores de persas examinen y detecten los defectos congénitos para no reproducir a sus portadores.

Persa de interior o de exterior

El tener un gato dentro de casa o permitir que esté al aire libre también puede marcar la diferencia en su longevidad. Esto se debe a que los mininos que viven o pueden permanecer fuera del hogar por algunos lapsos de tiempo están expuestos a mayores peligros. Además, ensucian más su pelaje abundante y pueden contraer enfermedades infecciosas.

La dieta

Una alimentación acorde a la edad del minino, que sea balanceada y de calidad, contribuye a la salud de un persa (y de cualquier otro gato). Además, hay que cuidar muy bien las cantidades que se ofrecen, para evitar el sobrepeso.

Es preferible optar por alimentos no muy grandes, para facilitarle el proceso de alimentación, recordemos que se trata de una raza con cara aplanada. Por otro lado, es importante ofrecer un suministro apropiado de agua fresca y limpia.

Otros aspectos

De igual manera, la higiene y la atención veterinaria preventiva son claves para su salud. El pelaje largo y denso del persa obliga a ofrecer un mantenimiento adecuado —lavados y cepillados regulares— para evitar afecciones de la piel.

Asimismo, las revisiones periódicas por un médico especialista descartan padecimientos importantes y permiten actuar a tiempo en caso de que se presente cualquier problema.

El médico veterinario es el principal aliado para que tu gato persa se mantenga sano. Él es tu guía para su alimentación y cuidados.

Consejos para extender la salud en los persas

Algunas prácticas y cuidados contribuyen a reducir las enfermedades de los gatos persas y mantener saludables a estos mininos. Como sabrás, se debe prestar especial atención a una dieta adecuada con proteína de calidad. Sumado a esto, es necesario poner en práctica otros detalles. Veamos los aspectos importantes para extender la salud en los persas:

• La piel: debido al abundante pelaje que presentan, los gatos persas ameritan baños regulares, alrededor de cada 6 semanas. Asimismo, hay que realizar cepillados diarios, en lo posible. Un pelo limpio y ordenado disminuye la probabilidad de infecciones y problemas dermatológicos.
• Los ojos: como son propensos a lagrimeos, es necesario asear el área debajo de los ojos a diario, con ayuda de un algodón.
• Los dientes: otra zona de cuidado en los persas es la dental. Así, se deben hacer cepillados regulares y programar con el veterinario una limpieza profunda cada año.
• Las uñas: para evitar crecimiento excesivo, se deben cortar las uñas desde que son unos gatitos, con una frecuencia de 1 vez a la semana. Este tiempo se extiende a cada 2 a 3 semanas cuando llegan a su etapa de adultos.
• Mantenerlos en casa: es apropiado tener a nuestros persas en el interior, debido a que su largo pelaje se puede ensuciar con facilidad. Además, esta práctica previene accidentes y afecciones.
• El ejercicio: se debe mantener en vigilancia constante el peso de estos mininos y animarlos a llevar a cabo una rutina de ejercicios. Eso sí, sin exagerar, por las dificultades respiratorias que pueden presentar algunos de estos gatos.
• El veterinario: como hemos mencionado, los controles periódicos con un médico especialista son imprescindibles para extender la salud en los persas. De esta manera, se detecta y atienden a tiempo las enfermedades.
• La caja de arena: también es importante sacar la caja de arena de manera regular. Se recomienda hacerlo una o dos veces por día.

¡A poner en práctica estas recomendaciones!

Si tienes un gato persa en casa o quieres adoptar uno, comienza por poner en marcha las recomendaciones mencionadas, con la finalidad de extender el promedio de vida de tu minino. Los cuidados y atenciones son la clave para mantenerlo sano y en forma.

De igual manera, es imprescindible brindarle cariño. Tener un persa u otro gato amerita una gran responsabilidad y preparación. Ante cualquier inquietud, recuerda consultar con un especialista.

Fuente: misanimales.com