Saber cómo tomar la temperatura de su perro de manera correcta y segura puede ser una habilidad útil como dueño de un perro. Ser capaz de controlar su temperatura te ayuda a comprender si se pueden sentir mal o indispuestos y avisarte de cualquier necesidad urgente de hacer una visita al veterinario.

1. Preparando un termómetro

Es posible que haya escuchado que sentir las extremidades y las orejas de un perro es una forma de medir su temperatura. Si bien hay cierto elemento de verdad para los perros que sienten frío al tener orejas y patas más frías o viceversa, este no es un método preciso para determinar su temperatura corporal. Otras formas anunciadas, como los termómetros infrarrojos o los termómetros de oído, tampoco son ideales y no se debe confiar en ellas. 

La mejor forma de medir la temperatura, que los veterinarios utilizan habitualmente, es utilizar un termómetro digital por vía rectal. 

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Existe una amplia gama de termómetros digitales específicos para mascotas que se venden en el mercado en los que puede invertir. Alternativamente, la mayoría de los termómetros digitales estándar también funcionarán bien. ¡Siempre que lo etiquete claramente, para que nadie en la familia lo use inadvertidamente para sí mismo! 

Solo una advertencia sobre los termómetros rectales anticuados que contienen mercurio dentro de la carcasa de vidrio; estos podrían ser potencialmente peligrosos si los usa en su perro. Esto se debe a que el termómetro podría romperse si su perro comienza a tener problemas. Tanto el vidrio como el mercurio pueden causar lesiones graves.

2. Encontrar una hora y un lugar adecuados

Una vez preparado el termómetro, asegúrese de que el resto del entorno y la configuración también estén listos para tomar la temperatura. ¡Esto es clave para asegurarse de que el proceso de toma de temperatura se desarrolle sin problemas y sin molestar a los perros! Elija un área tranquila de la casa donde su perro se sienta más relajado, como cerca de su cama. Siéntese con ellos en el suelo por un rato si se sienten emocionados o juguetones, hasta que se calmen. También es una buena idea pedirle a otra persona que le ayude a tomar la temperatura, para ayudar a sujetar y calmar al perro con suavidad.

3. Tomando la temperatura

Una vez que esté feliz de que todo (y todos, incluido el perro) esté listo, es hora de tomar la temperatura. Tenga a su perro en una posición cómoda, de pie o acostado, y que su asistente pueda evitar que se mueva demasiado. Ponga un poco de vaselina en la punta del termómetro y enciéndalo. Levante la cola y empújela suave pero firmemente a través del ano hasta el recto. Hasta que haya aproximadamente una pulgada del termómetro adentro si es un perro pequeño, o dos pulgadas para un perro más grande. Espere hasta que el termómetro emita un pitido o indique que se ha tomado la temperatura, luego retire el termómetro.

4. Próximos pasos

Anote la lectura del termómetro y escríbala en algún lugar para que no la olvide. La temperatura normal para un perro es de 38 a 39 ° C; si la temperatura que ha tomado es más alta o más baja que ésta, sería bueno repetir el proceso y tomar otra lectura; para determinar si se trata de una anomalía verdadera o una lectura falsa.

La lectura de la temperatura es solo una guía para saber si su perro podría sentirse mal, ¡no una forma definitiva de saber si necesita al veterinario o no! También es importante estar atento a otros signos de enfermedad y decidir si les está yendo bien en general o si necesitan más atención profesional. 

Por ejemplo, si muestran una temperatura ligeramente elevada sin otros signos después de una caminata en un día caluroso, esto puede deberse solo al ejercicio. Puede intentar enfriarlos con un poco de agua fresca fría y descansar a la sombra. Por otro lado, si su perro muestra signos de enfermedad como letargo, inapetencia o vómitos, esto requiere una visita al veterinario. Incluso si su temperatura parece normal. 

Siempre recomendamos llevar a su mascota al veterinario si no está seguro de su salud.

Fuente: vethelpdirect.com