Estar ingresado en un hospital no es una experiencia ni agradable ni que nadie quiera tener. Pero dentro de lo malo, se puede estar algo mejor. Una de las mejores opciones es estar acompañado de un perro.

Tener un amigo peludo al lado mientras se atraviesa uno de los momentos más difíciles de la vida. Eso es lo que ofrecen los perros de terapia hospitalaria, también conocidos como perros de hospital. Estos perros no son sólo animales de compañía, sino que forman parte esencial del equipo sanitario y proporcionan consuelo y compañía a los pacientes cuando más lo necesitan.

Los perros de terapia son animales especiales a los que se entrena para ofrecer consuelo, compañía y apoyo emocional a quienes lo necesitan. Pueden ayudar a reducir los sentimientos de estrés, ansiedad y depresión, y se sabe que mejoran las capacidades sociales, emocionales y cognitivas. Son perros especialmente calmados y amigables que no solamente se usan en hospitales, sino que también pueden ayudar en residencias de ancianos, colegios e incluso aeropuertos para calmar a personas con miedo a volar.

Ayudan a todos los pacientes, sobre todo a niños

Una reciente investigación japonesa ha puesto de relieve el papel de estos perros especiales en los hospitales. Este estudio japonés, dirigido por Natsuko Murata-Kobayashi, de Shine On! Kids, y publicado en PLOS ONE examina cómo estos perros, que se adiestran para trabajar a diario en los hospitales, pueden marcar una gran diferencia en la vida de los pacientes, sobre todo de los niños.

A la vista de que estos animales de compañía hacen un gran trabajo en los hospitales, se llevó a cabo una encuesta entre el personal médico del Hospital Infantil de Shizuoka. A ella respondieron más de 400 profesionales sanitarios, que compartieron sus experiencias y observaciones de los perros de asistencia sanitaria. Y lo que averiguaron fue realmente sorprendente.

Lo más destacado es que los perros tuvieron un gran efecto en los cuidados terminales y en la cooperación con los pacientes. Alrededor del 73% de los encuestados afirmaron que estos perros resultaban útiles muy a menudo o siempre para consolar y apoyar a los pacientes durante sus últimos días.

El mismo porcentaje de trabajadores sanitarios señaló también que los perros de hospital eran cruciales para conseguir la cooperación del paciente, lo que los convertía en una parte muy valiosa del equipo sanitario.

Y eso no es todo. Los peludos también ayudaron a reducir la carga de trabajo del personal médico y fueron especialmente útiles con los niños que tenían dificultades para adaptarse a los cambios de horario: después de pasar tiempo con un perro, los niños se mostraban más expresivos y comunicativos.

Estas observaciones han llevado a los autores del estudio a recomendar este tipo de animales como un importante recurso en los hospitales infantiles. Aunque creen que es necesario seguir investigando para comprender mejor cómo pueden utilizarse estos perros de manera eficiente, las conclusiones ofrecen una visión muy interesante del poder de la terapia asistida por animales en la asistencia sanitaria.

Fuente: mundodeportivo.com