Cuando un cachorro llega a formar parte de una familia se puede correr el riesgo de malcriarlo por eso es fundamental empezar lo antes posible con su educación.

Aquí hay cinco sugerencias inteligentes para entrenar a un cachorro.

Educación temprana

Es crucial no perder tiempo y comenzar la educación del cachorro cuanto antes, desde que llega a casa, esto evita que los cachorros desarrollen hábitos indeseables.

Una vez que se comienza el entrenamiento, establecer límites claros para el cachorro ayudará a evitar comportamientos predecibles, como tener accidentes en las alfombras o ladrar cuando se queda solo, esto debe ser una prioridad máxima.

“Un educador realmente bueno se dedica a criar a un cachorro sabiendo que estos son comportamientos que sucederán”, ha declarado la experta en mascotas Andrea Arden.

Invertir en juguetes de enriquecimiento

Es posible que tenga una buena colección de juguetes para masticar esparcidos por la casa, pero es importante incluir también juguetes de enriquecimiento.

La solución fácil para que un cachorro no muerda todo lo que se encuentra es asegurarse de que tenga las cosas adecuadas en las que centrar su atención.

Enseñar el comportamiento básico

Cuando se entrena a un cachorro, se deben implementar comportamientos que se mantengan a lo largo de sus años como perro adulto.

Los básicos principales para un cachorro son sentarse, quedarse quieto, acostarse y acudir a la llamada.

Para cualquier perro, independientemente de su tamaño, la orden de seguridad más importante es la de la llamada. Si un perro alguna vez se suelta de la correa, su dueño tendrá la seguridad de que volverá cuando se le llame.

Implementar un comportamiento básico de control de impulsos

El control de impulsos es el otro comportamiento fundamental más importante, porque le enseña al animal a mantenerse alejado del comportamiento impulsivo, como saltar sobre otras personas o muebles.

El ejercicio de control de impulsos más simple es sostener una golosina sobre la cabeza del cachorro y hay que conseguir que el perro se siente. Una vez que el cachorro toque el suelo, hay que asegurarlo con una respuesta positiva verbal o física, y recompensar la conducta con una golosina.

Ir aumentando la cantidad de tiempo que se sostiene la golosina sobre la cabeza del cachorro mientras él espera pacientemente.

Utilizar ejercicios de manipulación

Revisar las patas y los dientes del cachorro, y examinar su barriga, tal como lo haría un veterinario. De esa manera, cuando llegue el momento de un chequeo, o incluso de un baño o corte de pelo, el perro sabrá qué esperar.

Es bueno practicar estos ejercicios desde el principio, ya que los perros maduran muy rápido. Un perro se considera adulto cuando alcanza de los 9 a los 12 meses de edad.

Fuente: lavanguardia.com