Tras un operativo de salubridad por la pandemia del coronavirus fueron recuperados 148 animales domésticos que pasarán al cuidado del Instituto de Protección y Bienestar Animal. La acción fue catalogada como sin precedentes por las autoridades ya que se logró “después de más de 10 años de intentos fallidos”.

Además de la venta de verduras, frutas, quesos, cárnicos y plantas medicinales, la plaza de mercado del Restrepo, ubicada en la localidad de Antonio Nariño en Bogotá, es conocida como uno de los mayores centros de venta de animales, tanto silvestres como domésticos.

Antes de la llegada de la tecnología, este lugar era el epicentro del tráfico ilegal de fauna silvestre en la capital del país. Allí, las mafias comercializaban desde pequeñas aves y tortugas hasta tigrillos, tucanes y guacamayas, un modus operandi que ahora se mueve a través de internet.

Sin embargo, la venta de animales domésticos, como perros, gatos, patos, gallinas y roedores, aún sobrevive en algunos locales de este lugar del sur de Bogotá. Muchos en precarias condiciones físicas y sanitarias. 

Poner en cintura a estos establecimientos parecía una lucha perdida por parte de las autoridades locales y la Alcaldía de Bogotá, un panorama de intentos fallidos por más de una década que podría llegar a su fin debido a un operativo de control conjunto realizado hoy. 

Según Luis Ernesto Gómez, secretario de Gobierno de Bogotá, 29 locales de venta de animales dentro de la plaza fueron clausurados definitivamente. “Las crisis también entrañan oportunidades. Como medida urgente de salubridad por el covid-19 y tras 10 años de intentos fallidos, hoy clausuramos 29 locales de venta de animales”, dijo en su cuenta de Twitter.

En el operativo fueron recuperados 148 animales domésticos que pasarán al cuidado del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal. 

“La crisis del covid-19 fue la oportunidad de 148 animales de salir de pésimas condiciones de maltrato en la plaza. Allí, durante décadas, se han comercializado animales domésticos e incluso especies silvestres y exóticas prohibidas. Después de más de 10 años de intentos fallidos, esta condición de emergencia y calamidad pública por salubridad nos permitió intervenir y cerrar más de 29 establecimientos de comercialización de animales”, dijo Gómez.

El secretario de Gobierno aseguró que la Alcaldía de Bogotá procederá a realizar una reconversión laboral y de la actividad económica de los comerciales de los locales cerrados.

Andrea Padilla, concejal animalista y activista por los derechos de los animales, quien acompañó el operativo en la plaza del Restrepo, catalogó la medida como un júbilo. “¡Cerradas las ventas de animales vivos en la plaza del Restrepo! La Alcaldía de Bogotá realizó un operativo histórico que acompañé en mi función de control político. El gobierno de Claudia López pasará a la historia por ponerle fin a esta cruel actividad. Habrá opciones para vendedores ¡Júbilo!”.

El 23 de marzo, a través de sus redes sociales, Padilla denunció las condiciones en las que habitaban varios animales en la plaza. “Este no es el mercado de Wuhan. Es la plaza del Restrepo, donde los animales son tratados cruelmente. Sí, así estaban hace unos días ¿cómo estarán hoy? Acciones inmediatas y de fondo en las cinco plazas (72 locales) de Bogotá donde los venden”.

Por su parte, el Instituto para la Economía Social (IPES) informó que llevaba cuatro años tratando de poner fin a la problemática animal en la plaza. “Adiós a la zona de comercialización de animales vivos en la plaza del Restrepo. Hoy, después de casi cuatro años, se realizó la evacuación de 29 módulos de la plaza donde se comercializaban animales vivos”.

El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal aseguró que un equipo de veterinarios y biólogos, que acompañó el operativo, se encargará de velar por los animales rescatados.

En el operativo intervinieron las secretarías de Gobierno y Salud, el Instituto de Protección Animal, IPES, Policía Ambiental, grupo GELMA de la Fiscalía, Alcaldía Local de Antonio Nariño, Personería Distrital y Concejo de Bogotá.

Fuente: Semana Sostenible