La falta de políticas públicas y la creencia de que se trata de un problema menor convirtió la sobrepoblación de perros y gatos en la Provincia de Buenos Aires en un amenaza a la salud por el riesgo de epidemias zoonóticas como la rabia, entre varias otras. De acuerdo al Colegio de Veterinarios de la Provincia hay unos 6 millones de este tipo de mascotas sin hogar.
En 2008, la Legislatura provincial sancionó la ley 13879 que prohibía la matanza de perros y gatos.
Pero la norma además exigía castraciones masivas y gratuitas en todos los municipios. Se trata, explican los especialistas, de la única manera de equilibrar la cantidad de animales con los hogares disponibles, actuando sobre el origen del problema que son los nacimientos.
Sin embargo, la ley no se cumple.
El Ministerio de Salud es el organismo a cargo de la aplicación y debe instrumentar los medios necesarios para que los municipios castren masivamente cuidando la salud de la población. Se trata no solo de tener menos animales, sino de que estén desparasitados y vacunados.
En la actualidad no solo no se cumple la ley, sino que además la Provincia suspendió el servicio de castraciones en todos los municipios, con lo que logró que la sobrepoblación aumentara.
Se trata de animales que se reproducen geométricamente, donde por ejemplo, a partir de un sólo celo de una sola perra y su descendencia sin castrar, se produce el nacimiento de unos 6 mil animales en 7 años.
Los vecinos, superados por la situación que viven a diario en sus hogares y en las calles, le enviaron una carta al al Gobernador Axel Kicillof para que se cumpla la ley y se instrumenten también campañas masivas de castraciones en todos los municipios para controlar la sobrepoblación y también campañas masivas de vacunación antirrábica.
En un tramo de la carta, que lleva la firma de cientos de personas y organizaciones protectoras de animales, explica que el “problema de sobrepoblación tiene su raíz en dos circunstancias fácilmente identificables: haber llevado adelante políticas de matanza y encierro en perreras, y no haber castrado masivamente para solucionarlo con políticas preventivas, evitando así los nacimientos exponenciales que constituyen el origen del problema. Es decir, es un problema enorme creado por muchos años de malas políticas municipales y provinciales”.
Además asegura que que la ley 13.879 establecía el camino a seguir para equilibrar la cantidad de perros y gatos con la cantidad de hogares disponibles para ellos. “Sin embargo, transcurridos 12 años de su sanción, el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires indica que hay 6 millones de perros sin hogar en las calles del distrito”, agrega.
Y califica de “total fracaso” el tratamiento del tema en Buenos Aires “producto de la desidia e irresponsabilidad de malos funcionarios e intereses espurios que han dominado el tema a lo largo y a lo ancho de la Provincia”
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