Un nuevo gato en la familia es un regalo hermoso de la vida. Los felinos son animales llenos de cariño y momentos inolvidables. Son una gran compañía y unos seres muy peculiares. Por esto, es importante que su primer día contigo y su introducción en el hogar sean los adecuados, para que así puedan tener una bella e inquebrantable amistad. 

Si estás interesado en adoptar un gato, es fundamental que conozcas todos los cuidados que hay que tener con ellos; pues el hecho de que tengan fama de independientes no los convierte en animales que no requieren cuidados. Aquí sabrás qué es lo mejor que puedes hacer con tu minino en su primer día contigo. 

El primer día

Para el felino este día es toda una nueva experiencia, así como para ti; sin embargo, es probable que él se haya separado de su familia o que deje atrás la fundación o lugar donde estaba esperándote.

El gato no sabe para dónde va y por ello hay que hacerlo sentir muy cómodo y empezarle a dar todo el cariño que tienes para él desde el primer momento en que lo recoges para llevarlo contigo. 

Este día es muy importante para empezar a construir los lazos con su nueva familia. Según cómo se le trate en este primer momento él sentirá confianza o, por el contrario, miedo. En tus manos está que tu felino se sienta cómodo y en calma. 

Por esto, desde el momento en que te encuentres con él es fundamental que estés tranquilo y hacerle entender que no eres una amenaza; para esto puedes usar el lenguaje corporal gatuno: mirándolo fijamente y cerrando y abriendo suavemente los ojos. Esta es una forma de decirle que todo está bien y que puede confiar en ti. 

Es indispensable que lo lleves al veterinario antes que a tu propia casa y así verifiques que el felino se encuentra en un buen estado de salud. Para meterlo a su transportín, espera a que el gato te tenga algo de confianza, echa unas golosinas dentro y al veterinario. 

En su nuevo hogar

Después de su primera cita médica, es hora de llevar al felino a su nuevo hogar. Para proceder de manera correcta en esta etapa, dispón de una habitación en tu casa donde pongas su cama, comida, agua, arenero y juguetes. Esto será solo por un tiempo mientras se acopla al nuevo ambiente. 

Después podrá andar por toda la casa como se le antoje y sus objetos podrán estar separados en todo el lugar, pues a ningún gato le gusta tener su arenero al lado de su comida. Para lograr esto, la introducción al espacio completo debe ser poco a poco. 

Si vives con niños pequeños, procura que no hagan mucho ruido y enséñales a respetar a su nuevo amigo, cuéntales que tiene un espacio que respetar y un comportamiento que entender. Lo mejor que podemos hacer es dejar explorar al felino su nuevo entorno.

No obligues al gato a nada; si se esconde, déjalo; si no quiere jugar, también déjalo. Se está acoplando a un nuevo sitio. Puedes pasar la noche con él para que no se sienta solo y estar pendiente de sus necesidades. Recuerda, los gatos son compañeros realmente particulares que te llenarán de cariño. Lo más importante es que tú también le des mucho amor y todos los cuidados que el minino requiera. 

Fuente: misanimales.com