Un estudio demuestra que los caballos saben quiénes son al mirarse al espejo y demuestra que su conciencia ha sido subestimada históricamente.

En el terreno de la autoconciencia, un sesgo histórico ha mermado la investigación científica a propósito del reino animal. Cuando pensamos en los seres que se reconocen a sí mismos, la respuesta unánime siempre está dirigida hacia nuestra propia especie. Un nuevo estudio, sin embargo, revela que los caballos también tienen esa capacidad: saben que, quienes le devuelven la mirada en el espejo, son ellos mismos.

Los caballos saben quiénes son

De manera general, los animales que se ven al espejo por primera vez reaccionan como si se tratara de otro individuo. Esto quiere decir que no reconocen la imagen que aparece ante sí como ellos mismos. Por el contrario, tienen una conducta social. Al cabo de un tiempo, esta respuesta desaparece, y suelen perder el interés.

En algunos casos, la curiosidad por este individuo que copia sus movimientos idénticamente se despierta. Si se presta la situación, exploran la imagen moviendo el cuerpo con más cuidado. Para investigar esta conducta, diversos científicos han aplicado la “prueba de la marca“.

En ésta, según Ali Boyle, investigadora en tipos de inteligencia por la Universidad de Cambridge, “se marca al animal en un lugar que solo podrá ver en el espejo, quizá en la frente o en la oreja“. Progresivamente, el animal pasa más tiempo tocando esta parte del cuerpo frente al espejo cuando está marcado que cuando no lo está. “Si lo hace”, según la autora, “esto sugiere que el animal reconoce su reflejo“. Los caballos son particularmente propensos a identificarse a sí mismos en este tipo de ejercicios.

Consciencia sobre su propio cuerpo

En la década de los 70, esta prueba se aplicó principalmente en primates, que se mostraron poco receptivos a su propia imagen en un espejo. Sin embargo, la prueba de la marca se ha aplicado a otras especies, como delfines, urracas y elefantes. Un estudio reciente realizado por investigadores italianos revela que los caballos, bajo el mismo ejercicio, son más propensos a reconocerse a sí mismos.

Para la investigación, se colocó un espejo en una pista de entrenamiento equino. Una vez que los caballos se habituaron al espejo, dejaron de responder socialmente, como se esperaba. Los científicos a cargo del estudio marcaron a algunos caballos con cruces en las mejillas, mientras que otros quedaron con marcas ultravioleta.

Resultó ser que los individuos con marcas visibles pasaron cinco veces más tiempo rascándose la cara frente al espejo. Esto indicó que los animales veían las marcas en el espejo, entendían que esas marcas estaban en sus propias caras. Por esta razón, trababan de quitárselas de encima. Con esta consciencia corporal, quedó claro que se reconocían a sí mismos.

Según los autores del estudio, “el autorreconocimiento implica tener un concepto de uno mismo como agente psicológico con una mente“. Sin embargo, esta teoría es poco aceptada entre la comunidad científica, que refuta la idea con el argumento de que el autorreconocimiento en un reflejo no implica un estado mental.

Fuente: ngenespanol.com