La selección por parte del ser humano es la principal culpable de la persistencia de ciertas enfermedades en las razas de gatos. Por ello, las variantes menos especiales suelen ser las más sanas.

Las razas de gatos con menos enfermedades

En general, las razas de gatos con menos enfermedades son aquellas que menor proceso de selección genética han vivido, dicho de otra forma, aquellas más cercanas al gato común europeo. La selección antrópica es la que hace que los animales padezcan patologías congénitas que, de otra manera, no aparecerían en la naturaleza o no se reproducirían.

A diferencia de los perros, la selección de los gatos a la hora de crear nuevas razas ha tenido siempre una finalidad estética. Así como muchos canes tienen problemas óseos y articulares por su forma física, con los gatos no ocurre esto, salvo excepciones raras. En las siguientes líneas, hablaremos de las razas de gatos que no suelen portar genes que derivan en enfermedades.

Los gatos con menos enfermedades

En la mayoría de los casos, las razas de gatos que presentan problemas congénitos tienen su origen en el criador. Las personas que se dedican a la cría de razas puras pueden caer en la tentación de cruzar animales con patologías conocidas sin importarles el bienestar animal o las personas que adquirirán al felino.

Así, muchas razas de gatos suelen padecer enfermedades, como la miocardiopatía hipertrófica típica en los gatos esfinge, el ragdoll o el siamés. De hecho, puede que el gato siamés sea la raza con más enfermedades hereditarias, ya que es una variedad antigua y muy cruzada entre miembros de la misma familia.

Por ello, cuando se adquiere un gato de raza, es fundamental conocer al criador y la fama que le precede. Otro problema de los criadores es que, en ocasiones, crían gatos con enfermedades víricas que no se detectan en un estadio tempranopero que tarde o temprano dan la cara. Es el caso de la peritonitis infecciosa, el calicivirus o el herpesvirus.

A simple vista, los animales que portan los virus están totalmente sanos, pero debido a estrés y otros factores, la enfermedad puede desarrollarse. Todo se solucionaría si los criadores evitaran criar con animales enfermos. A continuación, te presentamos las razas que más se libran de esta patologías.

Gato común europeo

La raza de gatos más resistentes a enfermedades es el común europeo. Aunque estos félidos pueden sufrir toda patología como cualquier otro gato, al no estar sujetos a una continua selección humana, hay una menor probabilidad de que porten genes que causen enfermedades.

Además, la variabilidad genética que poseen hacen que estos gatos sean casi inmunes a ciertas dolencias o, al menos, más fuertes.

Un gato callejero pequeño.

Británico de pelo corto

Otra raza de gato bastante sana es el Británico de pelo corto. Este felino de color gris claro tiene una esperanza de vida más que aceptable, superior a los 15 años. Sin embargo, puede ocurrir que sea portador del gen que causa la hemofilia B, un tipo de enfermedad sanguínea que provoca problemas en la coagulación.

Unas de las razas de gatos con menos enfermedades.

Chausi

Poco conocida en Europa, la raza de gatos chausie es una de las más fuertes. Según la Asociación Internacional de Gatos (TICA), el chausi es un cruce natural entre un gato de la jungla (Felis chaus) con gatos domésticos. Esta mezcla hace que la variabilidad genética aumente y, con ella, la resistencia a las enfermedades. 

Uno de los gatos con menos enfermedades.

Nebelung

La variedad de gato nebelung es también una raza con poco problemas. Similar al gato angora pero de capa gris, el nebelung tiene una esperanza de vida de entre 15 y 18 años.

Un gato mira a cámara.

¿Qué hace a estas razas más resistentes?

Como se ha dicho en varias ocasiones, lo que hace que una especie sea más fuerte y resistente a las enfermedades —así como tener poca probabilidad de desarrollar enfermedades hereditarias— es la variabilidad genética.

Todas las razas de gatos, al igual que las de perros, nacen de cruzar individuos muy emparentados, es decir, consanguíneos. Esto hace que la variabilidad genética se reduzca y las mutaciones negativas se acumulen a lo largo de las generaciones.

Los animales que portan alelos recesivos deletéreos —copia del gen que solo se expresa cuando ambos alelos son recesivos— pueden dejar a su descendencia este legado. Si se cruzan a 2 gatos hermanos, aumenta la probabilidad de que estos alelos acaben en un mismo individuo.

Dicho de otra forma, el nuevo gato tendrá solo copias recesivas que se expresarán y, si dan lugar a una patología, él y toda su descendencia la padecerá o portará ese alelo «dañino». Esta reducción de la variabilidad genética desemboca en depresión endogámica, que reduce de forma drástica la viabilidad de una especie o raza.

Cuando los cruces entre gatos se producen al azar y la probabilidad de reproducirse con un pariente es casi nula, la genética de la especie mejora. Del mismo modo, también incrementa su supervivencia y salud general. Por todas estas razones, si quieres un felino sano, mejor que adquieras un ejemplar común europeo.

Fuente: misanimales.com

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