Las enfermedades transmitidas por garrapatas están a la orden del día; conocerlas y prevenirlas es punto de partida para evitar más contagios

Si eres de los que gustan mucho de las actividades al aire libre o tienes un perro, te interesará saber cuáles son las enfermedades transmitidas por garrapatas y qué hacer para evitarlas.

Las garrapatas, unos de los insectos más odiados, pertenecen al grupo de los parásitos hematófagos, por lo que son chupadores de sangre. Todos los insectos que se alimentan de sangre son peligros potenciales de contagios de enfermedades, y nuestras protagonistas son unas de los más problemáticas junto a los mosquitos.

Entre sus víctimas favoritas están los mamíferos, las aves y los reptiles, y están repartidas por todo el mundo. Su propagación es muy sencilla porque puedes tener varios de estos parásitos y no darte cuenta durante días; a veces es complicado encontrárselas a tu mascota si tiene el pelo largo.

Existen dos grandes grupos de garrapatas de interés clínico: las garrapatas blandas, también conocidas como chinchorros, y las garrapatas duras, las que sufrimos en nuestro país, con unas 29 especies diferentes repartidas por todo el territorio nacional.

Enfermedades transmitidas por garrapatas

Durante el tiempo que dura la extracción de sangre, la garrapata puede infectar con microorganismos como virus, bacterias o protozoos, y estos suelen ser los causantes de la mayoría de problemáticas que puede acarrear una picadura.

Estas son las enfermedades más comunes que nos pueden contagiar estos parásitos:

• Enfermedad de Lyme: esta enfermedad está producida por una bacteria llamada Borrelia burgdorferi. La garrapata portadora de esta bacteria es la Ixodes ricinus, presente en prácticamente toda España. Para detectar si la picadura de la garrapata ha supuesto el contagio de esta enfermedad, debemos prestar atención durante las primeras dos semanas para ver si aparece un círculo rosa con una zona clara en el centro. Se cura con antibióticos y puede presentar síntomas como artritis o parálisis facial.
• Erlichiosis humana: la provocan tres tipos de bacterias que puede portar la garrapata. Entre las enfermedades transmitidas por garrapatas esta es una de las más temidas. Los síntomas son parecidos a los de la fiebre: fiebre, escalofríos, cansancio corporal, pérdida de apetito, náuseas y vómitos… Con medicamentos antibacterianos, la persona se curará de la infección en una o dos semanas.
• Tularemia: esta infección bacteriana es muy común en roedores, y suelen contraerla mediante garrapatas, moscas o mosquitos. Entre los síntomas más relevantes están los escalofríos, dolor de cabeza y muscular, dificultad respiratoria, sudoración e incluso pérdida de peso. Para detectar si un humano está contagiado con tularemia se debe hacer un hemocultivo, un análisis de sangre y una radiografía de tórax. Si se recibe tratamiento, solo el 1 % de los contagios puede ser mortal.
• Otras: se conocen infinidad de enfermedades que pueden ser transmitidas por una garrapata; algunas de las más importantes son: babesiosis, fiebre maculosa de las Montañas Rocosas o infecciones por rickettsias.

Cómo prevenir las picaduras de garrapatas

Si tienes niños o mascotas es más probable que uno de estos parásitos acabe en tu hogar, ya que son más propensos a meterse por zonas poco transitadas. Para minimizar los posibilidades de picadura es recomendable:

• Evitar zonas de vegetación alta, sobre todo las espigas o las zonas de matorrales. Para ello, es aconsejable caminar por los senderos establecidos y limpios de vegetación.
• Utilizar repelentes de insectos: con esta técnica, es posible que se te suba alguna garrapata, pero al oler el producto químico se irá sin llegar a picar.

• Evita las zonas húmedas y sombrías: ya sea en el bosque o en el jardín de tu casa, lo ideal es recorrer las zonas más secas y expuestas al sol para pasar ratos al aire libre, y es recomendable que los niños pasen sus ratos de juego en esas zonas.
• Inspección diaria: si se ha pasado una jornada en zonas con vegetación es importante realizar una inspección ocular tanto a la piel de todos, incluido el perro, como a las prendas de ropa que llevábamos, y extraer con cuidado las que encontremos.

Fuente: misanimales