El veganismo en las barriadas humildes es posible

En su Columna Animal, Veró Mac Lennan, fundamentó la posibilidad de comer vegano, barato y rico.

El veganismo en las barriadas humildes es posible

El testimono de María Flores, de 51 años, deja muy en claro que lo que está faltando es información para poder llevar adelante una alimentación basada en plantas, y así evitar exponer al sufrimiento y a la explotación a los animales. A partir de la tarea de militancia llevada adelante por la organizacion Generación Vegana que activa a nivel mundial, María pudo acercar el veganismo al comedor comunitario y popular que lleva adelante y así lo cuenta en su testimonio

El comedor Patria Grande que tiene a cargo María Flores, está ubicado en Villa La carbonilla, cerca de la estación La Paternal, una barriada muy humilde que fue iniciada según cuentan las crónicas periodísticas por cartoneros y cartoneras en el año 2001. Actualmente, ocupa todo el costado de las vías del ferrocarril San Martín y miles de personas viven ahí en construcciones de dos y tres pisos. En ese lugar está el comedor donde llegó comida vegana que entusiasmó y dejó plasmado el claro testimonio de que sí, es posible el veganismo en una barriada que cuenta con pocos recursos.

El veganismo solamente no es posible si no hay información. De ese ocultamiento se encargan quienes tienen intereses económicos en vivir a costa de la muerte y la explotación de los animales no humanos.

La desinformación es la base para que nada cambieGen V se encarga de brindar información y poner al alcance de todas las personas, fundamentalmente de aquellas que están más vulnerabilizadas por el sistema capitalista y especista, una opción sobre la que hay que aprender, por fuera del sistema.

María cuenta que la pandemia les afectó mucho en el barrio y que estaban angustiados y sin posibilidades de procurarse su alimentación. Desde el comedor empezaron a alcanzar la comida puerta por puerta. La comida a base de planta resultó en una maravillosa experiencia, choripanes y locro llamaron mucho la antención porque resultó ser rica y barata, algo que no esperaban que fuera así porque la información con la que contaban, les decía que eso no era posible. La experiencia personal fue opuesta a lo que tenían aprendido.

¿Es posibleser vegano en un barrio popular? le preguntan a María y allí reconoce que es facil ser vegano, pero para eso hace falta información. Si no sabemos cocinar los alimentos, si se desconocen cuáles son los ingredientes, si el mercado no ofrece, si los medios lo ocultan, si la educación no educa, todo se vuelve complicado. La acción que realizaron fue simple. Repartieron recetas, repartieron conocimiento y convidaron alimentos ya elaborados para que pudieran conocer y saborear la experiencia de comer sin hacer sufrir o matar.

“Ser vegano está bueno” dice María. “Sabemos cómo matan a los animales y es horrible como mueren” mientras la tierra nos da la alimentación con frutas, semillas, verduras y toda clase de plantas, fundamenta.

Generación Vegana cuenta que actúan en “solidaridad con diferentes comunidades de todo el mundo, desde personas desplazadas hasta infancias y personas que luchan por los derechos laborales, ofreciendo deliciosas comidas a base de plantas. Al mismo tiempo, buscamos educar más ampliamente sobre el veganismo y su papel en la creación de un mundo más amable, seguro y saludable para todes”.

Sus inicios fueron durante la pandemia del coronavirus. “Pudimos ver a muchas comunidades luchando contra la pérdida de ingresos y el acceso a atención médica básica. Algunas personas se sentían aisladas y solas. Otras estaban terriblemente preocupadas por su sustento y su futuro. En ese momento parecía más importante que nunca que hiciéramos conexión con la gente, aprendiéramos de ella, que brindáramos apoyo donde pudiéramos y mostráramos el veganismo como compasión en acción”.

Sobre el argumento tan difundido de que es caro alimentarse a base de plantas, es importante recurrir a las investigaciones que hay al respecto y que dan por tierra con esa información. Es mentira que alimentarse a base de plantas es caro. Es más, es todo lo contrario. La forma más barata de alimentarse consiste en cocinar desde cero los platos a base de plantas. Claro que, si se compran hechos, tienen otro costo. Pero si no se educa en cómo cocinar solamente con plantas, no se puede acceder a ese cambio a no ser que se compre hecho, y eso hace al incremento de su costo.

Por eso es importante que quienes no sean personas expertas cocineras, o no disfruten cocinando, busquen recetas veganas rápidas y sencillas en Internet. Porque si algo tiene el veganismo es que comparte lo que sabe. Porque sabemos que compartir esa receta, es parte de la militancia, es educar para que no haya más explotación animal, es para dejar de ser parte del financiamiento de la crueldad.

Para cerrar una frase de Leonardo da Vinci que sostenía que “el hombre es el rey de los animales, pues supera en crueldades a todos ellos. Desde muy temprana edad aborrecí alimentarme de animales, y yo sé que llegará el día en que los hombres y las mujeres se opondrán a la matanza de los animales como ahora reprueban la matanza de sus congéneres” Lo decía da Vinci y lo dice María Flores. En ese camino estamos y hacia allá vamos.

Fuente: radiokermes.com

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