Generalmente, la pérdida de apetito o el letargo son síntomas de una patología mayor
Acudir al veterinario de forma frecuente es esencial para garantizar el buen estado de los felinos. No obstante, existen una serie de signos básicos que pueden ayudar a los dueños a revisar si su gato está sano desde casa.
El carácter introvertido de los gatos hace que muchas veces pasen desapercibidas sus dolencias, lo que retrasa su diagnóstico. En algunas patologías la rapidez es vital, pues de ella depende el éxito del tratamiento. Por ello, fijarse en ciertos aspectos físicos y conductuales resulta una práctica muy recomendable, a la vez que fácil, para verificar que un gato está sano.
Antes de analizar detenidamente cada uno de los rasgos morfológicos del animal, se puede realizar un primer control general. Para evitar que el gato se ponga tenso se debe elegir el momento adecuado, como cuando este y su dueño están juntos en el sofá. Sin hacer movimientos bruscos, se deben pasar las manos a lo largo del cuerpo de la mascota ejerciendo una presión controlada.
Las reacciones de incomodidad o la presencia de bultos o problemas cutáneos son indicadores de alguna afección. Ante cualquiera de ellos, conviene acudir al veterinario para un chequeo mayor.
Si por el contrario, tras palpar al animal, no se observa ninguna alteración aparente se comprobarán los siguientes aspectos:
Los gatos son animales rutinarios, razón por la que cualquier pequeño cambio en sus hábitos puede ser síntoma de dolor o molestia. Algunos de los comportamientos que hay que observar son:
En general, un buen aspecto físico, acompañado de un estado anímico activo, es indicador de salud. Para valoraciones domésticas es necesario conocer a fondo el carácter y la apariencia normal de la mascota, sin que ello supla la consulta veterinaria habitual.
Fundación Vidanimal es una organización no gubernamental sin fines de lucro abocada a difundir, proteger y promover los derechos de los animales.
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