Los perros usan la mordida como parte de su lenguaje

“Aunque nos sorprenda, debemos saber que el hecho de que un perro muerda las cosas es totalmente normal”. De esta idea parte Sonia Sáez, veterinaria y brand manager de Purina Corporativo. “Hay que tener en cuenta que algunos comportamientos que se asimilan a masticar o morder son en realidad actividades de ‘bocas’ exploratorias. Los perros aprenden sobre la sensación y textura de un objeto con la boca, así como las personas lo hacen al tocar y sentir objetos con las manos”, nos detalla, y nos resume algunas de las causas que pueden hacer que nuestra mascota lo muerda todo:

  • Por intuición y naturaleza propia.
  • Debido a la dentición, que generalmente ocurre entre los tres y seis meses de edad.
  • Porque el perro simplemente encuentra que masticar es agradable.
  • Por aburrimiento o para liberar energía acumulada.
  • Por estrés o para llamar la atención.

“Además, no olvidemos que ellos afilan sus dientes, por lo que la acción de morder les suele ser muy satisfactorio para el cambio de dientes e incluso calmar dolor de encías, tal y como pasa con los bebés. Es importante diferenciar la mordida por exploración que hacen los cachorros, a los marcajes o signos de agresividad. En cualquier caso, recomendamos la consulta de un veterinario especialista en medicina del comportamiento animal si la conducta no se puede redirigir”, nos explica.

Posibles causas de su comportamiento

El comportamiento agresivo de un can puede ser consecuencia de distintas causas como errores en la socialización, defectos en el aprendizaje o falta de jerarquía y liderazgo. A continuación, te listamos una serie de motivos que te ayudarán a identificar las causas que le llevan a morder:

  • El estrés. Cuando un perro se siente en peligro a causa de otro perro, tiene 2 maneras de afrontar esta situación extrema: huyendo de su oponente o atacándole. El estrés le predispone para actuar ya sea mordiendo al otro perro o huyendo de él.
  • La hiperactividad o la falta de estimulación. Un perro que no satisface sus necesidades de forma adecuada por exceso de actividad o porque no tiene la oportunidad de desarrollar las habilidades innatas propias de su raza, tales como rastrear o cazar, puede generar conductas agresivas y reaccionar a niveles extremos: mordiendo a otros perros.
  • El miedo. Cuando un perro teme a otros perros, una de las posibles reacciones extremas es la mordida. Debes estar muy atento al lenguaje corporal de tu perro ante otros perros ya que, a través de señales como el jadeo o la mirada fija en su objetivo estando totalmente inmóvil; tu compañero te informará sobre qué intenciones o necesidades tiene y, si las detectas a tiempo, sabrás qué hacer para que tu perro no muerda
  • Socialización insuficiente o carente. Si tu perro no sabe cómo comportarse con los demás perros, seguramente reaccionará con miedo y en consecuencia, con agresividad. En este caso debes trabajar las pautas de sociabilización con tu perro o con la ayuda de un experto.
  • No se lleva bien con un perro en concreto. Cuando los encuentros agresivos solamente se dan con un único can, el problema es algo menos preocupante. Esto suele ocurrir con más frecuencia entre perros machos no esterilizados. En dicho caso simplemente debes tratar de evitar el perro que no le gusta.
  • Las enfermedades. Los perros que sufren dolor suelen estar irritables y ser mucho más propensos a comportamientos agresivos. En este caso lo más recomendable es que acudas a tu veterinario para detectar la causa y poder aliviar su dolor.

Saber identificar por qué lo hace

Sonia Sáez nos cuenta que los perros usan la mordida como parte del lenguaje canino. “Debemos saber identificar por qué nuestro perro se comporta así. Puede morder porque está jugando, porque quiere marcar para avisar de una disconformidad o porque tiene miedo y quiere protegerse. Cuando la respuesta es desmesurada o no responde a un peligro real, se considera un problema de agresividad que debe ser gestionado por un profesional. No solamente la mordida, también el gruñido, la mirada fija, las pupilas dilatadas, la piloerección, la cola alta y tensa, la rigidez corporal, la boca cerrada y en tensión pueden ser muestras del lenguaje agresivo de tu perro”, nos detalla.

Para evitar situaciones no deseadas, la socialización del animal ante todo tipo de estímulos, animales y personas, incluidos los niños, es esencial que se lleve a cabo desde épocas tempranas.

 Además, debes aprender a leer su lenguaje corporal para evitar que tu perro muerda a otros perros o personas. Con el paso del tiempo, el lenguaje corporal puede variar, por lo que es muy importante contactar con un veterinario especialista en comportamiento en todos los casos en que la agresividad persista o si se produce sin mostrar señales previas de aviso. Aunque tu perro sea de lo más obediente en casa, si sabes que cuando pone una pata fuera de casa su comportamiento se vuelve agresivo, necesitará una correa corta y toda tu atención. En el caso que haya mordido a otros perros o sospeches que pueda llegar a morder haciendo caso omiso a tus indicaciones, no dudes en colocarle un bozal. El bozal es una medida de seguridad que debe ser usada como un accesorio positivo para la tranquilidad de todos. Desde cachorro educa a tu perro con refuerzo positivo para que aprenda que el bozal no es un castigo. Igual que cuando coges la correa tu perro suele ponerse contento, el bozal también puede simbolizar paseo y diversión.

¿A qué edad suelen dejar de morder?

Es habitual que los cachorros mordisqueen todo, pero llega un momento en el que dejan de hacerlo. “Hablando en términos ideales y teóricos, los perros suelen abandonar esta etapa cuando dejan de ser cachorros. De todas formas, no es matemático, pero si hemos sido estrictos con la educación, el animal no morderá nada que no deba”, nos detalla la veterinaria, que añade que a partir de las cuatro semanas, comienzan a salirles los dientes de leche y empiezan a morderlo todo, comportamiento que mantendrán mientras exploren el mundo. “Entre los 4 y los 5 meses, comenzarán a perder estos dientes y mudar a los definitivos, otro momento crucial de mordidas, que pueden asociarse a dolores de encías y el acto de morder los ayude a aliviar”, explica.

Así, siguiendo los consejos de la experta, durante los primeros meses será muy importante enseñarle al cochorro a no morder o a morder solo sus juguetes o snacks dentales, que en definitiva es lo que queremos que hagan. Les llevará un tiempo, pero a partir de los 6 meses de vida, suelen relajarse bastante y si lo hemos hecho bien, conseguiremos que no muerdan y rompan objetos o mobiliario.

Adiestrar a un perro para que no muerda

Hay algunas pautas que puedes seguir para intentar revertir este comportamiento. “De todas formas, cárgate de paciencia y recuerda que llevarse cosas a la boca es su forma de explorar el mundo”, sugiere la veterinaria.

-Cómprale juguetes apropiados para morder y asegúrate que los tenga siempre disponibles.

-Si ves a tu perro mordiendo algo inapropiado corrígelo verbalmente con un “eh” contundente, pero sin gritar, para que tu cachorro lo entienda como señal de desaprobación.

-Si tu perro se detiene, felicítalo y dale su juguete para morder preferido. No le des zapatos viejos, medias o guantes que ya no uses, porque le darás a entender que puede morder tus cosas.

Felicítalo cada vez que lo veas mordiendo su juguete y no otros objetos.

Alterna sus juguetes para proporcionarle novedad, elige diferentes formas y texturas para que así ya las conozca y no se interese por querer descubrirlas mordiendo otros elementos nuestros o de la casa que no queramos que muerda

-Cuando puedas, pon aquellos artículos que no quieras que muerda fuera de su alcance. Si no es posible, mantén a tu perro fuera del área donde están.

-Cuando no estés en casa, mantén a tu perro en un área segura.

-Aumenta el tiempo de ejercicio y sus entrenamientos. Así se cansará, no estará aburrido y evitarás que muerda lo que vea solo por diversión.

Algunos juguetes que recomiendan los expertos son:

  • Juguetes y rompecabezas dispensadores de golosinas o alimento. Con estas estrategias puedes tener a tu mascota entretenida y motivada, ya que la comida es uno de los mayores alicientes para los cachorros.
  • Pelotas o juguetes mordedores con sonidos
  • Juguetes elaborados con cuerdas y nudos.

“A la hora de elegir un juguete es muy importante tener en cuenta que debe ser adecuado para la edad del animal y temperamento, y que debéis dárselo bajo vuestra supervisión”, recomienda.

Prevenir posibles problemas

Lo que parece claro es que es importante enseñar a los perros a controlar su instinto de morder para evitar posibles problemas. “Como venimos diciendo, morder objetos o hasta a nosotros mismos, suele ser un acto instintivo que hacen los animales para socializar con el entorno. Pero si no controlamos esto, puede tornarse en un hábito desagradable. El error más habitual es tratar a tu perro como si fuera una persona. El resultado de esa ‘humanización’ le confunde tanto que cree que puede hacer lo que quiera, como morder a lo que vea o incluso marcarte a ti. A veces los perros muerden solo para jugar, pero deben entender que, aunque sea sin querer, pueden hacer daño. Para evitar futuras situaciones no deseadas debemos reconducir estas actitudes”, afirma Sonia Sáez.

Y nos recomienda que lo más importante es que le mostremos rápidamente nuestra posición de líder. “No de manera negativa ni violenta, no se trata de ser dominante por la fuerza, pero el perro debe tener clara la jerarquía para evitar confusiones o problemas de comportamiento. Lo último que debes hacer es que el animal se sienta mal o se asuste, dado que el miedo podría convertirse en problemas de agresividad más adelante”, apunta.

¿Cómo podemos conseguir que no muerda cuando está jugando con nosotros?

Hay una serie de consejos que pueden serte de utilidad cuando estás jugando con él:

-Debes establecer tu jerarquía. Tu compañero puede marcar porque nota falta de liderazgo por tu parte.

-Fíjate en qué momento del juego tu perro introduce la mordida para detectar, prevenir o redirigir de manera eficiente el comportamiento.

-Procura que tu perro haga ejercicio y esté cansado antes de realizar la actividad de adiestramiento; de este modo te prestará mayor atención y la sesión será más efectiva.

-No te olvides de premiar a tu perro y utilizar refuerzos positivos cuando actúe bien o responda correctamente a alguna de tus órdenes.

-Evita llevar a tu perro a lugares donde haya muchos perros para lograr un ambiente relajado y limitado de estímulos que os permita concentraros en la actividad que queréis hacer juntos.

-No uses las manos durante el juego con tu perro. Interactúa con él con juguetes mordedores en su lugar.

-Estimula otros juegos no vinculados a morder, como el potenciar su instinto rastreador. Seguir rastros olfateando el entorno le ayudará a conocer el espacio y a relajarse.

-Jamás le premies ante un comportamiento, actitud o un tipo de juego no deseado. En estos casos, actúa rápido ofreciéndole alternativas que tu perro pueda realizar para redirigir el comportamiento.

-No dudes en pedir ayuda a un veterinario especialista en medicina del comportamiento animal para reeducar a un perro que abusa de la mordida o que puede mostrar signos de agresividad.

Fuente: hola.com

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