Estimados Intendentes: Luego de seguir leyendo por distintos medios el anuncio del proyecto de “Hotelería Canina”, como se ha denominado eufemísticamente a esto que no será más que un depósito de perros que necesitan ser sacados de la vista de la misma comunidad que los abandona y del mismo Estado que se ausenta de políticas…

Estimados Intendentes:

Luego de seguir leyendo por distintos medios el anuncio del proyecto de “Hotelería Canina”, como se ha denominado eufemísticamente a esto que no será más que un depósito de perros que necesitan ser sacados de la vista de la misma comunidad que los abandona y del mismo Estado que se ausenta de políticas acordes en las ciudades, nos decidimos a publicar por todos los medios el pedido humilde de este grupo de voluntari@s que constantemente estamos trabajando cada un@ en su localidad, (como se puede y desde lo mejor de cada un@ de nosotr@s), para que recapaciten sobre este proyecto que a diferencia de lo que se intenta evitar en la práctica, ha demostrado que cuando se instala un refugio en una ciudad se promueve el abandono.

No es casualidad que los refugios se construyan en lugares apartados de la vista y la vida de la población. Esto responde a un hecho innegable de que si el problema no se ve, pasa a no existir. Son el resultado de la falta de políticas públicas y educativas tendientes a evitar el abandono de perros y gatos. No resuelven la falta de concientización sobre adopción y cuidado responsable.

Contrario a lo que muchos creen, un refugio no es un instrumento para lograr la pronta adopción de perros y gatos que deberían estar allí transitoriamente, sino que se transforma en un depósito de animales que, normalmente, carecen de socialización humana ya que nunca van a tener el mismo efecto que provoca en los animales estar en el seno de una familia que los incluya y los cuide.

Por otra parte, como consecuencia esta falta de socialización y eventual hacinamiento, surge indefectiblemente el efecto jauría transformando a los animales en semi salvajes en razón de su cautiverio, sumado a que pueden permanecer confinados en jaulas o corrales durante meses, años, o por el resto de sus vidas, volviéndose más retraídos, deprimidos o agresivos cada día, reduciendo aún más sus posibilidades de adopción. A ello se agrega que la más mínima patología médica de uno de los canes tiene consecuencias inmediatas en el resto porque no hay métodos para evitar contagios.

También genera en los animales lo que se conoce como stress por encierro que tiene consecuencias físicas y sicológicas.

Los gastos de mantenimiento son enormes porque se debe erogar inversión sin ningún tipo de contraprestación durante todo el tiempo que se mantiene un refugio, para: alimento, infraestructura, personal, cuidados veterinarios, etc. Se hace un mal uso de las arcas públicas, no se cambia el comportamiento del ciudadano y no se reduce la población animal.

La situación económico-social que hoy atraviesa nuestro país nos lleva a considerar fuera de lugar un proyecto llamado engañosamente “hoteleria”  para perros, constituyendo por otra parte un mal diagnóstico por parte quienes desean llevarlo a cabo desconociendo información estadística real alguna acerca de la incidencia de adopciones en los refugios, las cuales NO se concretan de ninguna manera ya que hablamos de sobrepoblación, y hablamos de que no existen suficientes hogares para albergar a tantos. El número de animales en los predios nunca disminuye, y por el contrario siempre va en aumento.

Lamentablemente nuestros argumentos y experiencia no han sido tomados en cuenta por técnicos que forman parte del proyecto.

Creemos que si de racionalidad hablamos el mejor aporte urgente que debe realizar un funcionario público a los ciudadanos con respecto a los animales de compañía es realizar campañas de castración (como único método ético de control de la sobrepoblación de fauna urbana), vacunación antirrábica y desparasitación con presencia fuerte en cada barrio, lo cual logra más adhesión social que cualquier otra medida.

Este tipo de políticas es lo único que funciona en el mundo para evitar que nazcan más animales de los que la sociedad puede cuidar y en poco tiempo demuestran resultados siempre y cuando se respeten los parámetros para que sean eficientes,

Lo otro, lo de sacar de la vista el problema no crea compromiso, no genera respeto hacia otras vidas, y no se fomenta la educación, ni la empatía, ni el deseo de vivir en una mejor sociedad.

Para finalizar, queremos invitarlos para el 2 de noviembre a la Convención Pampeana “Una Sola Salud”, un evento que convocará en Santa Rosa a municipios y comunas, profesionales y voluntarios. Esta iniciativa busca compartir experiencias exitosas y los logros de localidades del país que ya están implementando el Programa de Equilibrio Poblacional de Perros y Gatos, que aplica las acciones sugeridas.

Por Fundación VIDANIMAL

Coordinadora: PAULA LASSALLE

Celular: 2954672883

Se adjuntan algunos links con noticias acerca de todo lo descripto:

Flyer NO a la perrera llamada Hotelería canina

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  • 9 de cada 10 cachorros nunca encontrarán un hogar
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  • Un programa de castración público y gratuito evitaría animales en las calles
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